sábado, 24 de noviembre de 2012

EL LIBRO

Erase una vez un joven que vivía en una tranquila ciudad. Una mañana, que estaba tranquilamente en su balcón escribiendo, notó una leve brisa, que fue aumentando hasta que todos los libros que tenía a su alrededor salieron despedidos al cielo con él. El joven con su cachaba se enganchó a una barandilla, pero se fué resbalando hasta que soltó su libro. El libro se enganchó en un cable. El joven intento colocar un pie en el bordillo del balcón, pero no lo consiguió y salió volando, se enganchó a una farola.


 Los edificios se desprendieron del suelo y él también salió volando agarrado a la farola. La farola se incrusto a una casa. Entonces vio el libro en la ventana y la casa empezó a dar vueltas a causa del viento. El joven empezó a correr intentando coger el libro. De repente, se para el huracán y empiezan a caer todas las casas. Se abre la puerta de la casa en la que corría y del interior cae el joven. También cae con el libro, pero empieza a pasar hojas y se da cuenta de que no hay nada escrito. El joven muy triste se levanta y empieza a caminar contemplando el desastre que ha causado el huracán. Mira al suelo y ve unas sombras; mira hacia arriba y ve que hay libros volando, pero los libros están atados a unas cuerdas. Agarrando las cuerdas observa que hay una chica. El joven lanza su libro hacia el cielo intentando que vuele, pero no vuela. Entonces el libro que está en el brazo de la chica va volando hasta la valla que está al lado del joven. El libro empieza a pasar hojas y comienza a moverse el muñeco que tiene dibujado. El muñeco le hace un gesto con la mano para que le siga. Llegan a un edificio y entran. Entonces el joven descubre que ese lugar está lleno de libros voladores, sigue avanzando y ve en un cuadro a la chica que volaba con los libros, sigue avanzando pero escucha una musiquilla, se detiene y retrocede. Ve al libro que estaba con la chica tocando el piano y se pone a bailar.

 Al día siguiente el libro de la chica hace sonar el despertador, pero el joven no se despierta. El libro tira de una palanca enderezando el libro gigante en el que dormía. Se cae, los libros le ponen la ropa y se lo llevan volando. Él da de desayunar a los libros y luego los viste. Después de vestir a todos, vio que un libro muy viejo no podía casi moverse, le dijo que se tirase a sus brazos, pero se cayó al suelo y le arrancó unas cuantas hojas. Le llevo al quirófano para pegarle las hojas que le había arrancado. Después de arreglar el libro le llevaron a su cama y decidió empezar a escribir su libro.

 Fue haciéndose cada vez más mayor, hasta que acabó su libro, ya era un anciano. Se levantó de silla en la que estaba sentado, cogió su sombrero y su bastón. Fue hasta la entrada y se quedó mirando a los libros. Entonces le rodearon unos cuantos libros y empezaron a girar. El anciano se volvió joven y los libros se lo llevaron. Pero quedó el libro que escribió. De repente entro una niña por la puerta y el libro que escribió el joven fue volando hasta la niña y comenzó a leerlo. La foto del joven se quedó en la pared como la de la chica.

sábado, 3 de noviembre de 2012

La carta al director


Sr. Director:

Me ha llamado la atención la noticia del 17 de octubre sobre Amada Todd. Una trágica historia que comenzó cuando tenia 12 años, un extraño con el que chateaba le dijo que le enseñara los pechos. Paso un año y le seguía acosando hasta que subió unas fotos en las que aparecía ella desnuda. Desde entonces Todd paso al alcohol y a las drogas, hasta que su padre la recogió en una cuneta donde se había refugiado después de que los niños del instituto la pegaran. Cuando llego a casa bebió lejía y se acabo la historia.

Yo creo que estos casos son una barbaridad, porque con toda la tecnología que tienen, no poder atrapar al hombre que estaba acosando a la chica y meterle en la cárcel, es que encima le declaran libre de sospecha.

Le agradece su atención Yeray:

Yeray Nieto Berrocal